Es un método sencillo y práctico para prevenir y aliviar el exceso de tensión, de manera que mejoran la salud y el rendimiento.
Se puede aplicar a cualquier actividad: tocar un instrumento, practicar deporte, hablar en público, etc.
Se consigue que la respiración y el movimiento fluyan de manera fácil, eficiente y saludable.
No es un masaje.
No es una terapia.
No se practican ejercicios repetitivos.
Es un proceso de aprendizaje para cambiar aquello que deseamos que cambie.
Porque a lo largo de nuestras vidas todos desarrollamos el hábito de emplear tensiones innecesarias que afectan negativamente a nuestra salud y nuestro desempeño en cualquier actividad.